jueves, 13 de junio de 2013

Movimientos precursores de la Independencia

Movimientos precursores de la Independencia

El proceso de emancipación en Venezuela se incuba y desarrolla a todo lo largo del siglo XVIII. Motines, asonadas, rebeldías, insurrecciones de carácter individual o colectivo se suceden en ese período. Casi todas eran manifestaciones del descontento de los criollos, de los indios y de los esclavos por causas económicas y sociales, más que políticas; eran casi todas una repetida protesta contra las contribuciones, impuestos, gravámenes, injusticias, abusos y exacciones a que eran sometidos por las autoridades españolas.
Estas primeras insurrecciones no tenían un ideal definido y es sólo en las cinco últimas décadas del siglo XVIII, es cuando verdaderamente se inicia el período de la emancipación en Hispanoamérica con las rebeliones de Túpac Amaru en el Alto Perú, en 1780, y de los Comuneros de Nueva Granada, en 1781. Sin embargo, todos esos movimientos contribuyeron a unificar y fortificar el repudio al sistema imperante

a. Juan Francisco de León
En abril de 1749, el teniente cabo de guerra y juez de comisos Juan Francisco de León, se puso a la cabeza de unos 800 amotinados en Panaquire, quienes estaban descontentos contra los procederes de la Compañía Guipuzcoana. Se presentaron armados en Caracas y como el gobernador no cumplía su palabra de expulsar a la compañía, León volvió meses más tarde a la cabeza de 8.000 manifestantes.
El movimiento reflejaba el descontento de los colonos y aunque su propósito no era romper con España, representó el primer eslabón del proceso integrador de la nacionalidad venezolana. Algunos historiadores le restan importancia a la rebelión de León en el proceso de emancipación, no así Arístides Rojas y Vicente Lecuna quienes lo sitúan como el iniciador de dicho proceso. 

b. José Leonardo Chirino,
A la cabeza de unos 350 alzados entre negros, zambos e indios, marchó sobre Coro, pasó por las armas a varios blancos pudientes y quemó haciendas. Reclamaban la supresión de los impuestos, el establecimiento de la ley de los franceses, es decir la República, la igualdad de todos los ciudadanos, la abolición de los privilegios y la libertad de los esclavos y la entrega del gobierno a un cacique indígena. Derrotados por las autoridades, fueron severamente castigados: Chirino, juzgado por la Real Audiencia, fue condenado el 10 de diciembre de 1796 a ser descuartizado; su compañero José de la Caridad González fue asesinado en las calles de Coro.
Esta rebelión de corte haitiano va a dejar muchas secuelas en todas las agrupaciones de esclavos y va a mantener un estado de agitación en localidades como Cumaná, Carúpano, Cariaco, Río Caribe y Maracaibo.



c. Manuel Gual y José María España

La primera y más importante tentativa de separación de España para establecer una República independiente. Sus instigadores: Manuel Gual, capitán retirado y José María España, justicia mayor de Macuto.
Su programa indica que se trataba de una verdadera revolución igualitaria político-social. Estaba contenido en las Ordenanzas cuyos artículos 32, 33 y 34 declaraban la igualdad natural entre todos los habitantes, la abolición del pago de tributos indígenas, la repartición de tierras entre éstos y la abolición de la esclavitud. El artículo 44 creaba una escarapela cuatricolor como bandera de la futura República libre. Las «proclamas» eran el vehículo propagandístico encaminado a buscar adeptos a la revolución. Asimismo hicieron circular la traducción de los Derechos del hombre y del ciudadano, hecha por Picornell y canciones revolucionarias como La canción americana y La carmañola americana.
El proyecto de conspiración fue descubierto el 13 de julio de 1797. Gual y España se refugiaron en Trinidad donde continuaron su propaganda revolucionaria. España regresó clandestinamente a Venezuela donde fue capturado y condenado el 8 de mayo de 1799 a la pena de muerte. Fue, arrastrado por las calles de la cola de un caballo, ahorcado en la plaza Mayor (hoy plaza Bolívar) y descuartizado. Varios de sus cómplices también fueron ahorcados. Gual murió, probablemente envenenado por un realista, en Trinidad en 1800.

d. Francisco Pirela y Joseph Suárez

El mulato Francisco Javier Pirela, sastre de profesión y subteniente de una compañía de milicias pardas, y el negro Joseph Francisco Suárez, empleado del vicario eclesiástico, se pusieron de acuerdo para organizar una sublevación en Maracaibo.
La conspiración debía estallar en la noche del 19 de mayo; el santo y seña era la palabra «Antillen». En la mañana del mismo día, la conspiración fue denunciada al gobernador Juan Ignacio Armada, marqués de Santa Cruz, por un cabo acantonado en la ciudad. El mismo Pirela, 4 horas antes de estallar la conspiración, confesó todo el plan al gobernador. Hubo 68 reos en prisiones separadas. Pirela fue condenado a 10 años de cárcel y enviado al castillo El Morro de La Habana por el crimen de “rebelión y lesa majestad”.

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